Cancún y otra calcada canallada de las camarillas del Capitalismo



Otra vez las caprichosas camarillas del Capitalismo, repentinamente se han reunido en Boon Alemania para desdeñar y desconocer las decisiones de la Cumbre Mundial de los Pueblos; la misma que alternativamente aconteció hace poco más de un mes en Cochabamba, ante el fracaso de la última cumbre de Copenhague.
 
O sea que éste rechazo, es una réplica de la receta de Copenhague, y con la que los países más oligarca y omnímodamente opulentos se opusieron a observar y obedecer sobre las conclusiones del Protocolo de Kyoto, para la reducción de sus envenenadas emisiones de CO2, las cuales son las causantes de los calamitosos cataclismos del calentamiento Global del Planeta, y que sólo están dejando desastre, deterioro y una metástasis medioambiental, que es éste cáncer del calentamiento Global del Planeta.
 
Tal vez; enhorabuena que de una buena vez por todas haya quedado así establecida la excluyente ecuación. O sea entre: los hegemónicos y envenenadores Estados, como son los: EE.UU. Francia, Alemania, Inglaterra, Japón, etc; contra la polarizada posición popular, que es lo que plebeyamente han planteado los pueblos, y que es la definitiva y desafiantemente defensa del planeta Madre Tierra.
 
Y es que nunca se va lograr dentro la lógica del capitalismo que cambien su ponzoñosa posición los poderosos. O sea, para que el Capitalismo se salve debe destruir el planeta. El resto es un venturoso verso, con el que ya no podemos seguirle dando más largas al asunto.
 
O sea que si en Cancún campean los capitalistas; imperialmente imponiendo sus intoxicadores intereses; los pueblos ya no podemos soportar esa soberbia; entonces habrá que enfocar  estrategias para enfrentar al Capitalismo.
 
Podrá ser que el Capitalismo sea una cáscara, una categoría analíticamente abstracta; pero sus operadores están objetivamente observados e incluso identificados; y será contra ellos contra quienes habrá que actuar en primera instancia.
 
Así que si la vía del consenso no conduce a nada. ¿Qué queda? ¿Si la política, que es la continuación de la guerra por otro medios, es ya inservible; no queda otra entonces que empezar enfrentar la madre de todas las batallas para salvar a nuestra Madre Tierra.