Terrorismo: Un año después, más evidencias.


El pueblo boliviano recuerda  hoy 15 de abril, el primer aniversario del frustrado atentado contra la vida del cardenal Julio Terrazas, en Santa Cruz, 24 horas antes de neutralizar una banda de extremistas con planes separatistas.

Desde entonces, el fiscal a cargo del caso, Marcelo Soza, ha presentado diversas evidencias que involucran a políticos y empresarios opositores, sin que nadie haya sido juzgado.

El 16 de abril de 2009, un grupo de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis de la Policía boliviana irrumpió en el hotel Las Américas (Santa Cruz) y sorprendió a un comando paramilitar.

En la operación, junto al jefe de ese comando Eduardo Rózsa Flores (boliviano-croata), perecieron Michael Dwyer (irlandés) y Árpád Magyarosi (rumano-húngaro).

Dos días después, también fueron detenidos Mario Francisco Tadic Astorga (boliviano con pasaporte croata) y Elod Tóásó (húngaro), quienes están en prisión preventiva en la ciudad de La Paz.

La víspera, el ministro del interior, Sacha LLorenti, presentó ante el Senado pruebas que vinculan a la banda con planes separatistas a la Logia Caballeros del Oriente.

Llorenti llevó al legislativo la transcripción de las declaraciones de uno de los testigos, Marcos Monasterios, relacionado con el grupo paramilitar .

Según Llorenti, esa Logia tenía el objetivo de defender los intereses de unas 300 familias oligarcas de la capital cruceña y para ello respaldarían a la banda desarticulada, como primer grupo de choque.

Las declaraciones de Monasterios, dijo la autoridad, dan la certeza de que la Logia Caballeros del Oriente organizó y financió una unidad de seguridad con paramilitares, para supuestamente defender Santa Cruz de una marcha indígena que en agosto y setiembre de 2008 demandó la aprobación en las urnas de una nueva Constitución.

Entre los integrantes de esa Logia, el testigo mencionó al hoy prefecto curceño Rubén Costas y su hermano Pablo.

También identifica a empresarios como Alejandro Melgar , Oscar Castedo, Luis Justiniano, Branco Marinkovic y Guido Nayar, entre otros, muchos de ellos que fugaron del país.

Entrevistado por la Agencia Boliviana de Información (ABI), el fiscal Soza precisó que hace un año también los mercenarios planeaban asesinar al presidente Evo Morales y a miembros de su gabinete durante una sesión especial a bordo de un buque militar que atravesó el Lago Titicaca.

Sin embargo, recordó el letrado, la oposición trató desde un inicio de boicotear la investigación con argumentos insostenibles como no reconocer la jurisdicción de un fiscal de la ciudad de La Paz, argumentando que los hechos fueron en Santa Cruz (este).

Sobre los planes para dividir a la nación suramericana, Soza precisó que entre los archivos encontrados en el ordenador de Rozsa Flores sobresalen el nuevo escudo e himno nacional que tendría la nueva República, además de un mapa de una Bolivia fragmentada.

La célula tenía identificados puntos de defensa, además contaban con información militar del Estado, número de unidades militares, tipo de armas del arsenal de las Fuerzas Armadas, incluso de unidades policiales que podrían levantarse para defender al Estado, agregó.

También los mercenarios extranjeros se auxiliaban de asesores en el terreno militar como ex generales de las Fuerzas Armadas, entre ellos Lucio Añez, Herlan Camacho y Gary Prado Salmón.

Este último comandó las tropas que participaron en el último combate en 1967 del mítico revolucionario, Ernesto Che Guevara.

También identificaron a quienes financiaban a la banda, llamado el Grupo La Torre.

El desafío de la justicia boliviana sigue siendo hoy el inicio del proceso contra todos los imputados del caso terrorismo, neutralizados a su debido tiempo, una acción que logró evitar además de la muerte de miles de inocentes civiles, la división de Bolivia, un viejo sueño de los adversarios del proceso de cambio.__________________tgj/ga

El fiscal Marcelo Sosa mostró  en una rueda de prensa las armas confiscadas, entre ellas, rifles y proyectiles de precisión, que fueron incautadas la semana pasada en la casa y en los depósitos de Alfredo Asbún, propietario de una tienda de artículos de caza y pesca en esa ciudad.
 
Debe existir castigo ejemplar contra separatistas para que nadie en mil años se atreva a dividir Bolivia, señala García Linera.
El vicepresidente Álvaro García Linera señaló que debe existir por un castigo ejemplar contra los "separatistas" para que nadie en mil años se atreva a dividir Bolivia, al recordar que hace un año la Policía frenó los planes magnicidas y secesionistas de la célula terrorista de Eduardo Rózsa Flores, que buscaba la secesión del país.
"A esos responsables intelectuales, traidores a la Patria, justicia ejemplar, drástica para que nadie en los siguientes mil años se atreva ni siquiera en intentar dividir la unidad de nuestra amada Patria", dijo a la prensa, después de presidir una sesión de la Asamblea Legislativa.

El mandatario recordó que algunos de los "responsables físicos" están en manos de la justicia, pero dijo que falta hallar a los que contrataron a los mercenarios extranjeros para intentar dividir y "ensangrentar" Bolivia.

El 16 de abril del 2009 en una céntrico hotel de la ciudad de Santa Cruz, Eduardo Rózsa Flores (boliviano húngaro croata), Árpad Magyarosi (rumano de origen húngaro) y Dwyer Michael Martin (irlandés), murieron en un enfrentamiento con la policía.

Mario Francisco Tadic (boliviano con pasaporte croata) y Elöd Tóasó (húngaro) fueron aprehendidos y posteriormente encarcelados en el penal de San Pedro de La Paz.

"¿Quién les dio plata para que vivan, para que compren armas, para que se desplacen, para que hagan entrenamientos, quién les dio dinero, quién les dio espacio político para que hagan eso?", indagó García Linera.

"Esta segunda parte falta. Esperamos que la Fiscalía y el juzgado las siguientes semanas, los siguientes meses nos pueda esclarecer con detenimiento a los culpables intelectuales", acotó el mandatario _______________M.MARAÑÓN.A.