Agenda de 13 puntos entre Bolivia y Chile

El presidente Evo Morales reveló el domingo que su colega chileno Sebastián Piñera pidió, en un encuentro reciente en Madrid, retomar las conversaciones bilaterales sobre la Agenda de 13 puntos, que implica la centenaria reivindicación marítima boliviana y que impulsan desde 2006 La Paz y Santiago.
 
"En la reunión de Madrid aprovechamos para conversar con el Presidente de Chile. En esta reunión el Presidente (Piñera) me dijo que debemos retomar nuestras conversaciones (sobre la base de ese entendimiento trabado por Morales y la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet) y le dije que no quería molestarle porque tenían el problema del terremoto" que devastó regiones del centro y sur chilenos el 27 de febrero último, destacó Morales durante una entrevista en la radio y televisión estatales.
 
Morales y Piñera coincidieron en Madrid, sede de la VI Cumbre Europa-Latinoamérica.
De acuerdo con Morales, que el 11 de marzo pasado asistió a la investidura de Piñera, con el que animó hasta un partido de fútbol en Santiago, el mandatario chileno le refirió su interés en reanudar el diálogo bilateral.

"El dijo avancemos sobre los 13 puntos firmados de Cancillería a Cancillería", destacó el jefe de Estado boliviano, apenas retornó de su gira de 6 días que le llevó por Ciudad del Vaticano, España, Noruega y Finlandia.

La decisión de Piñera, de reanudar el diálogo bilateral, que además comporta una definición sobre las aguas manantiales del Silala, que nacidas en el suroccidente del territorio boliviano abastecen, merced a un acuerdo de derecho internacional privado suscripto en 1908 entre la Prefectura de Potosí y una empresa de ferrocarriles de la región de Antofagasta, parecía reactivar el mejor momento, en décadas, de la relación bilateral, marcada a fe y fuego por el centenario reclamo boliviano de una salida soberana al mar Pacífico, que registra la historia común de ambos países.
 
Bachelet, predecesora de Piñera, y Morales han entablado, entre 2006 y 2009, el diálogo más fructífero en la historia de Bolivia y Chile.
 
Además de asistir a la juramentación de Piñera, un acaudalado empresario chileno, Morales puso de manifiesto el ánimo de su administración respecto a Chile, con el que Bolivia no tiene relaciones diplomáticas desde 1976, cuando a principios de marzo llevó personalmente ayuda humanitaria a las víctimas del megaterremoto (9,2 grados en la escala abierta de Ritcher) que remeció el país trasandino.
 
La Paz y Santiago han construido entre 2006 y 2009 una relación de "confianza mutua" y la piedra miliar de ésta se patenta en la agenda de 13 puntos que discuten sin prisas ni pausas y que incluye por primera vez la reivindicación marítima de Bolivia.
 
La Paz y Santiago han mejorado en el último tiempo sustancialmente su relación, reducida, desde 1989, a un intercambio comercial, favorable, en una proporción de 9 a 1, a Chile y ahora signada por inéditos intercambios en el área militar, en la educación y la tecnología y también en el campo político, preñada de viajes de misiones parlamentarias de uno y otro lado.
 
Por primera vez en la historia bilateral, La Moneda (sede del gobierno chileno) se avino a discutir sin remilgos el reclamo marítimo boliviano en 2006, pese a fundar sus argumentos en el carácter irretroactivo del Tratado de paz y límites de 1904.
 
Bolivia y Chile carecen de relaciones diplomáticas desde 1962, cuando Chile desvío unilateralmente el Río Lauca, de curso internacional, para alimentar sembríos en la puna de Atacama. 
Bolivia carece de acceso al mar Pacífico desde 1879, cuando, en alianza con Perú, enfrentó militarmente a Chile.
 
En la denominada guerra del Pacífico (1879-83), Bolivia perdió 400 kilómetros lineales de costa y 120.000 km cuadrados de territorios en la puna del Atacama, a favor de Chile.
 
Bolivia demanda desde 1904, cuando suscribió un Tratado de Paz y Límites, que selló su enclaustramiento geográfico, la reposición de una salida a marítima, por vía de un corredor soberano en el límite septentrional de Chile y la frontera sur de Perú.
 
El contencioso marítimo planteado por Perú en 2009, por el control de 100.000 km de aguas marítimas, ha frenado en seco la negociación boliviano chilena.