Al sur de la frontera - ULTIMA PELICULA DE OLIVER STONE-


 
Sinopsis oficial: En Sudamérica está sucediendo una revolución, pero la mayoría del mundo lo desconoce.

Oliver Stone realiza un viaje por cinco países para explorar los movimientos sociales y políticos y cómo los medios masivos malinterpretan a Sudamérica, mientras entrevista a siete de sus presidentes electos. En conversaciones informales con los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Lula da Silva (Brasil), Cristina Kirchner (Argentina) y su marido y ex-presidente Néstor Kirchner, Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador) y Raúl Castro (Cuba), Stone consigue un acceso sin precedentes y ofrece una nueva mirada acerca de las emocionantes transformaciones de la región.

Acerca de la producción

En enero de 2009, Oliver Stone viajó a Venezuela para entrevistar al presidente Hugo Chávez, y para analizar la forma en que Chávez es presentado en los medios norteamericanos. ¿Es acaso Chávez la fuerza "antinorteamericana" que muestran los medios? Una vez que comenzó el viaje, Stone y su equipo se encontraron yendo más allá de Venezuela, hasta otros países, y entrevistando a siete presidentes de la región, contando una historia más amplia y más absorbente.

En una serie de conversaciones informales, Stone conversa con los presidentes Chávez, Evo Morales (Bolivia), Lula da Silva (Brasil), Cristina Kirchner (Argentina) y su esposo y ex presidente Néstor Kirchner, Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador) y Raúl Castro (Cuba).

"La mejor forma de transmitirlo fue salir de viaje con la película y hablar con los aliados de Chávez en la región", cuenta el director. "Cada uno de ellos fue muy positivo al hablar de Chávez".
Mensaje de Oliver Stone: Tuve la buena suerte de poder hacer varias películas acerca del abandonado "patio trasero" de Estados Unidos: América Central y del Sur. La película independiente de bajo presupuesto, Salvador, acerca de la participación de Estados Unidos con los escuadrones de la muerte de El Salvador, protagonizada por James Woods -en un papel nominado a un Premio de la Academia- se estrenó en 1986; y siguió Comandante, en 2003, y Looking for Fidel, en 2004. Ambos documentales exploran a Fidel Castro en entrevistas personales. Cada una de estas películas requirió de un gran esfuerzo para ser distribuidas en Estados Unidos.

Fui invitado a Venezuela para conocer al presidente Hugo Chávez, por primera vez durante la fallida misión de rescate de rehenes colombianos de las FARC, en la Navidad de 2007. Como suele pasar, el hombre que conocí, no era el hombre sobre el cual había leído y visto en los medios norteamericanos. Pude regresar en enero de 2009 para entrevistar al presidente Chávez con mayor profundidad.

¿Era Hugo Chávez realmente la fuerza antinorteamericana que nos dicen que es? Una vez que comenzamos nuestro viaje, terminamos yendo más allá, a otros países, y entrevistando a siete presidentes de la región, contando una historia más grande y atractiva, que ahora se convirtió en South of the Border.

Líder tras líder, todos parecían decir lo mismo. Querían tener el control de sus propios recursos, fortalecer las relaciones regionales, ser tratados como iguales con Estados Unidos y ser independientes financieramente del Fondo Monetario Internacional. Basados en nuestra experiencia en Irak, los norteamericanos debemos cuestionar el papel de los medios, al demonizar los líderes extranjeros como nuestros enemigos. Las consecuencias de esto pueden ser brutales. Esta es una historia que continúa. Está sucediendo ahora mismo con Hugo Chávez en Venezuela. Esperemos que con nuestra película puedan escuchar una versión muy distinta a la historia "oficial".

La película tuvo su origen en una reunión entre Stone y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en 2007. Stone había viajado a Colombia para observar una misión humanitaria del líder venezolano para negociar la liberación de rehenes políticos de las FARC. Conoció a Chávez a través del productor de South of the Border, Fernando Sulichin, quien también produjo los documentales de Stone Comandante (2003), Persona Non Grata (2003) y Looking for Fidel (2004). Stone se vio impresionado por la diferencia entre el Chávez de la vida real y la caricatura mediática del hombre. "Cuando volví a Estados Unidos escuchaba en todas partes que era un dictador, uno de los malos y una amenaza", cuanta el director. "Pero descubrí que era una figura muy carismática, y muy dinámica".

El pequeño equipo de realizadores incluyó al productor Rob Wilson y al reconocido director de documentales, Albert Maysles, quien se desempeñó como director de fotografía. Pasaron tres días junto a Chávez en Caracas, entrevistándolo sobre la relación de Venezuela con Estados Unidos, su elección democrática en 1998, su presencia polarizadora en la región y la hostilidad dirigida hacia él, que terminó en el intento de golpe de estado de 2002, y que lo alejó brevemente del poder. Las entrevistas fueron informales; Stone y Chávez simplemente se sentaron en una mesa y conversaron, o pasearon por el campo, visitando áreas agrícolas, proyectos de viviendas y fábricas.

Las entrevistas de Stone los llevaron incluso a la casa donde Chávez creció junto a su abuela y que ofreció algunas de las escenas más memorables de la película, cuando Chávez pasea en una bicicleta para niños por el jardín de la casa, hasta que la bicicleta se rompe. "Estábamos en el patio trasero de la abuela de Chávez en Barinas, Venezuela", recuerda Wilson. "Creo que Oliver intentaba ver más allá de la fachada del político y llevar a Chávez a un lugar donde el público pudiese ver al hombre, detrás de esa fachada. Chávez se la pasaba hablando y contando historias y Oliver le pidió que hiciera silencio e intentara volver en el tiempo hasta su infancia. Había una pequeña bicicleta BMX en el césped y Chávez se subió y comenzó a andar. Para mí, ese momento, y cómo maneja la situación cuando se rompe la bicicleta, dice mucho acerca de cómo es este hombre".

Luego de terminar tres días de entrevistas con Chávez, Stone consiguió entrevistas con Evo Morales (Bolivia), Lula da Silva (Brasil), Cristina Kirchner (Argentina) y su esposo y ex presidente, Néstor Kirchner, Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador) y Raúl Castro (Cuba); y comenzó un viaje hacia otras capitales de Sudamérica para recoger otras perspectivas sobre Chávez y Estados Unidos en el continente. Stone también acudió a la ayuda del historiador, realizador y novelista Tariq Ali, cuyo libro Pirates of the Caribbean ofrece una incisiva mirada al surgimiento de Chávez en Venezuela y sobre la influencia de Chávez, Fidel Castro y Morales en toda América Latina. "Oliver me llamó luego de algunas entrevistas y me pidió que escribiera el comentario", recuerda Ali. "Vi las imágenes y vi que era una road movie: un gran director norteamericano viaja al sur de la frontera y da sus opiniones de manera directa y honesta".

Viajando entre estos países, con un equipo muy reducido, llevando dos cámaras Sony Z-7U HD y un sonidista con un micrófono y sin luces, Stone realizó entrevistas con estos líderes, que luego terminaron siendo espontáneas e informales, mientras que el director -conocido por obtener actuaciones ganadoras del Oscar de sus actores-, consiguió revelaciones y comentarios sorprendentes.

En Cuba, Stone se reunió con Raúl Castro y Rafael Correa en el sótano del monumento al Che Guevara. Cuando le preguntó a Correa si estaba preocupado por cómo lo retrataba la prensa norteamericana, Correa le contesto: "Con todo respeto, conociendo los medios norteamericanos, estaría más preocupado si hablasen bien de mi". De Cuba se fueron a Bolivia a entrevistar a Morales, experimentando malestares por la altura en las montañas bolivianas, que fueron tan severos, que uno de los camarógrafos casi no podía sostener la cámara. Stone probó hojas de coca con Morales y pateó una pelota de fútbol, mientras discutían sobre las duras batallas que Morales tuvo por la privatización del agua y los esfuerzos de los Estados Unidos por erradicar las drogas. En Buenos Aires, con Cristina Kirchner, la presidenta de la Argentina, y su marido, el ex presidente argentino Néstor Kirchner, discutió sobre la organización financiera mundial, el FMI y la represión de los trabajadores pobres en Sudamérica. Como la presidenta argentina Cristina Kirchner le dijo al director: "Para mi es el primer momento en la región en el que los líderes se parecen al pueblo que gobiernan".

A partir de estas entrevistas nació una entretenida y mordaz mirada sobre los medios masivos, y un vigorizante retrato de un continente en la encrucijada del cambio y una nueva generación de líderes, con una determinación colectiva para trazar su propio camino político.