Como una posición política y de doble moral fue interpretada por el Gobierno la postura de Estados Unidos, que si bien apoyó el acullico de la coca, mantuvo su respaldo a que esa práctica sea sancionada. Es más, el Ejecutivo considera que el masticado ancestral no desaparecerá ni en cinco mil años más.
La posición gubernamental fue expresada ayer, en distintos lugares, por el portavoz presidencial Iván Canelas y por el vicepresidente Álvaro García Linera tras cumplirse la jornada en defensa del acullico, actividad realizada en plazas del país y en varias embajadas de Bolivia en el exterior.
La línea del Ejecutivo surgió también en respuesta al comunicado de la Embajada de EEUU en Bolivia, en el cual afirma apoyar el acullico, pero también deja en claro que “la posición del Gobierno de los Estados Unidos de no respaldar la enmienda propuesta (por Bolivia) se basa en la importancia de mantener la integridad de la Convención de 1961, que constituye una herramienta importante para la lucha mundial contra el narcotráfico”.
La oposición de Washington es a la propuesta de enmienda presentada por Bolivia el año 2009 –ante la ONU– para que se despenalice el masticado de la coca por ser una tradición ancestral y parte de la cultura de varios pueblos de la región, como en Perú, Ecuador y otros.
El plazo para oponerse a esa propuesta de enmienda fenece a finales de este mes. La Casa Blanca ya anticipó su oposición, lo que derivará en la convocatoria a otra instancia –una conferencia–, en la cual Bolivia confía en el apoyo de países no alineados.
En ese sentido, Canelas aseguró que Estados Unidos actúa con interés político, ya que si no está en contra del acullico, no tendría por qué oponerse a la propuesta de enmienda presentada por Bolivia. “Consideramos que la posición que asume Estados Unidos es una posición más política que de otra naturaleza. Si ellos no están en contra del acullico de la hoja de coca, ellos no tienen por qué estar en contra de la enmienda. ¿Qué se está pidiendo?, se está pidiendo que no se sancione el masticado o el acullico de coca en los países andinos y no andinos. Creemos que hay una doble moral en esta actitud”, aseguró.
Recordó que se ha demostrado que el masticado de la hoja de coca no produce ningún tipo de daño al organismo y que, al contrario, tiene una serie de bondades medicinales que combaten varias enfermedades, entre ellas la diabetes.
Calificó de exitosa la jornada nacional del acullico realizada el miércoles. “Creo que el país en su conjunto ha expresado un apoyo a la iniciativa del Gobierno y del presidente Evo Morales para respaldar no sólo esta posición del Presidente y del Gobierno, sino para defender nuestra cultura”, dijo.
ACULLICO POR 5 MIL AÑOS MÁS
Por su lado, el Vicepresidente señaló que “lamentamos la actitud de EEUU de no acompañar esta demanda de nuestro pueblo, del respeto del acullico. En el mundo andino la gente acullica hace más de cinco mil años, ésta es una tradición ritual, religiosa, médica de nuestro país y no va a desaparecer, y van a pasar otros cinco mil años y no va a desaparecer”.
La autoridad aseguró que no despenalizar el masticado es ir en contra de la historia y de los pueblos. “Si bien Estados Unidos reconoce el acullico –sostuvo el Segundo Mandatario–, no nos acompaña en la modificación de esa convención, que es la que ha sido incorrectamente elaborada y que tarde o temprano tiene que modificarse. ¿Qué van a hacer en Bolivia y en Perú? ¿Nos van a impedir que aculliquemos? ¿Nos van a lanzar bombas? No pueden, eso tienen que entender”.
Ley defenderá propiedades nutricionales de la coca
Una ley defenderá las propiedades nutricionales y medicinales de la hoja de coca, adelantó el senador Eugenio Rojas (MAS).
El legislador hizo el anuncio en el Día Nacional del Acullico, una jornada que se extendió por todo el país y tuvo su epicentro frente a las instalaciones de la Embajada de Estados Unidos en La Paz.
Rojas precisó que el proyecto será independiente de la llamada Ley 1008, según el reporte de la agencia Prensa Latina.
Las actividades respaldaron la campaña del Ejecutivo para lograr una enmienda en el artículo 49 de la Convención Única de Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961, un aspecto que será debatido el 30 de enero.