Fotos. ABI
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La policía cortó el tráfico vehicular y miles de transeúntes se formaron, para admirar el colorido y la coreografía de cientos de danzantes, una muralla humana de espectadores.
La entrada del Carnaval Boliviano por la avenida principal de Gotemburgo, segunda ciudad de Suecia, fue el epílogo del XXIV Encuentro de Residentes bolivianos, reunidos la semana pasada para revivir aquí su música, bailes y costumbres.
La Federación de Asociaciones Bolivianas en Suecia (Fedbol) aglutina a cerca de 25 organizaciones de residentes bolivianos y, entre todos, hace algo más de dos décadas, realizan el Encuentro Boliviano.
La colectividad boliviana en Suecia ha logrado con ello un importante espacio para mostrar a la sociedad sueca su impresionante bagaje cultural traído.
La semana del XXIV Encuentro Boliviano se desenvolvió del 23 al 28 de julio. El acto inaugural se efectuó con la iza de la bandera boliviana y el Himno Nacional, marco más emotivo para todos los bolivianos que por diversas razones, se han asentado en este país de Escandinavia.
En las instalaciones de un establecimiento educativo de la ciudad la Asociación Tunari, anfitriona de la semana boliviana, cumplió exitosamente su programa de actividades, asegurando a su vez el alojamiento, la alimentación para los cientos de participantes y siendo la música y el baile las mayores manifestaciones del folklore del pueblo boliviano.-
Todas las noches emergían del escenario diversos grupos de baile con lo mejor de su coreaografia al compás de su música y su alegría. En las butacas los espectadores, no solo bolivianos, también de otras nacionalidades, vibraban ?juntos- de entusiasmo.
"Tunari es la organización boliviana, creada en el año 2000 en Gotemburgo, con la finalidad de preservar y difundir la cultura boliviana a través de las danzas y bailes típicos de Bolivia, inculcando en las jóvenes generaciones; la importancia y el orgullo de sus raíces culturales", sostiene Jorge Carrasco, conductor del programa Sur Radiodifusión y animador del XXIV Encuentro.
Lo mejor, más asombroso, sin duda, para miles de espectadores casuales del sábado último, fue que encontraron en su camino cientos de bailarines vistiendo sus coloridos trajes folklóricos, desfilando la principal arteria de la ciudad al ritmo de la música que se reproducia por medio de altavoces.
Las comparsas: La Morenada, Tobas, Saya y Caporales, los más numerosos, quizás también los más aplaudidos, porque esta última danza aparece en el ámbito internacional, como el baile más representativo de Bolivia, a raíz de la grandiosa manifestación cultural efectuada en el 2010 cuando residentes en 18 países y 45 ciudades del mundo bailaron simultáneamente la danza tradicional de Los Caporales en defensa de la cultura boliviana.
Así estos bailarines tuvieron como marco una importante cantidad de espectadores que aplaudían, mientras efectivos de la policía se empeñaban en controlar el tránsito vehicular y dar seguridad en las vías urbanas y vías férreas, a lo largo de cuatro kilometros, para desembocar el carnaval boliviano en el anfiteatro en los predios del magestuoso edificio de Göteborgs Operan, en el puerto sur de la ciudad.
El Carnaval Boliviano para muchos suecos es algo que sólo se ve en el mes de julio, como parte de la programación cultural veraniega.
ABI